Por: Grecia Rojas
Matar periodistas no significa matar la verdad. Matar al mensajero no significa matar el mensaje. ¿Cuándo lo van a entender?… Cada vez que matan un periodista en México matan una parte esencial de nuestra débil democracia. San Juana Martínez
La calidad de una democracia se mide por el tamaño de sus libertades, muy especialmente, la libertad de expresión. Pero en la actualidad la situación que viven los periodistas en nuestro país nos habla de la precaria vida democrática por la que atravesamos. México fue catalogado como un país “parcialmente libre” por la organización internacional Freedom House en su informe “Libertad en el mundo 2016. Dictadores ansiosos, democracias vacilantes: libertad global bajo presión”.
El país obtuvo un puntaje general de 65 en una escala donde 0 es el peor resultado y 100 el mejor en términos de libertad; respecto de derechos políticos, su calificación fue de 3, misma que en cuanto a libertades civiles, en una escala de uno a siete, donde uno es lo “menos libre” y siete, lo “más libre”.
Un estudio realizado por la Federación Internacional de Periodistas, arrojo los siguientes datos, desde 1990 se han registrado 309 asesinatos de periodistas en Irak, 146 en Filipinas, 115 en Pakistán, 109 en Rusia y 120 periodistas asesinados en México.
De acuerdo con la Organización Articulo 19, desde el 2000 han documentado el asesinato de 96 periodistas en México por su posible relación con la labor periodística. De los cuales 23 asesinatos de periodistas se han registrado durante el actual mandato del Presidente Enrique Peña Nieto, siendo Oaxaca y Veracruz las entidades con el mayor número de asesinatos en este sexenio. De los 96 periodistas asesinados, 89 son hombres y 7 son mujeres.
La Corte Internacional de Derechos Humanos, señala que la desaparición es un delito continuado en tanto no se conozca de la persona o el paradero de su cuerpo. La desaparición de periodistas es otra de la problemáticas a las que se enfrentan los medios de comunicación. La Organización Articulo 19 ha registrado que desde el 2003 hasta la fecha 23 periodistas han desaparecido en México, de los cuales 15 desaparecieron durante el gobierno de Felipe Calderón. En promedio han desaparecido dos periodistas por año. Tamaulipas es una de las entidades con mayor registro de casos con 6, siguiéndole Veracruz con 5 y Michoacán con 4.
Ser periodista en México que cubre temas de política, narcotráfico y temas relacionados con el crimen organizado es vivir al acecho, atemorizado, con miedo de llegar a ser violentado por algún delincuente o por algún funcionario; ser periodista en México es vivir en peligro de muerte.
El derecho a la libre expresión es uno de los más fundamentales para el hombre y la sociedad, ya que es este derecho el que nos permite opinar libremente y denunciar injusticias. El hombre está condenado a la opresión, a la opresión política, a la opresión social, a la opresión religiosa, a la opresión total. Por estas razones el derecho a la libre expresión es el más amenazados, tanto por gobiernos represores que quieren impedir cambios dentro de la sociedad misma, queriendo imponer ideologías y reglas solo para bienestar de ellos, y perjudicando a los otros.
En un estudio realizado por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) señala que desde 1992 el 75% de los periodistas asesinados cubrían temas relacionados con el crimen, mientras que el 31% cubría temas de corrupción y un 25% política.
Comparativo entre los Estados de Veracruz y Michoacán.
Michoacán y Veracruz, son dos de los Estados más peligrosos para ejercer el periodismo.
De acuerdo a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos en contra de la Libertad de Expresión (Feadle) de la Procuraduría General de la República (PGR), de 2000 a 2014 han sido asesinados 102 periodistas, 16 de ellos en el estado de Veracruz; sin embargo, el 75 % de esos crímenes se han registrado en los cuatro años y siete meses de la actual administración encabezada por el priista Javier Duarte que deja como saldo 12 periodistas asesinados y cinco más se encuentran desaparecidos.
Artículo 19 cataloga a Veracruz como la entidad más peligrosa en América Latina para ejercer el periodismo, pues desde 2011, se ha registrado el asesinado de 10 periodistas, presuntamente cometidas, tanto por el crimen organizado, como por funcionarios públicos.
Desde 2010, año en que inició su gobierno Javier Duarte, Veracruz registra altos índices de violencia atribuidos a la actividad de grupos de la delincuencia organizada, por lo que periodistas locales han visto afectada su labor informativa por este contexto de violencia, al ser objetivo de amenazas del crimen o de funcionarios, quienes buscan inhibir la publicación de determinado tipo de información, o porque ellos mismos deciden no documentar ciertos temas para evitar sufrir represalias.
En cuanto al Estado de Michoacán, hasta el 2014, Michoacán ocupaba el tercer lugar a nivel nacional en desaparición de periodistas según datos emitidos por la Comisión Estatal de Derechos Humanos, hasta esa fecha se tenía el registro de seis comunicadores desaparecidos.
En Michoacán, en el 2006, se inició la ofensiva federal contra el narcotráfico a iniciativa del entonces presidente Felipe Calderón, originario de ese lugar. Entre 2006 y 2010 desaparecieron cuatro periodistas en esta región.
De acuerdo con la agencia informativa Quadratín, son 6 los periodistas desaparecidos y 5 han sido asesinados, estos son los nombres de los periodistas que en su labor han sido asesinados: Hugo Alfredo Olivera Cartas, editor de El Día de Michoacán (2010), Jaime Arturo Bravo Olvera, corresponsal de La Voz en La Piedad (2006), Juan Pablo Solís, empresario de radio y televisión (2007), Gerardo Israel García Pimentel, reportero de La Opinión de Michoacán (2007) y Enrique Villicaña Palomares, notario y articulista de La Voz (2010).