Manigua Rock Mestizo, la reinterpretación de los ritmos tradicionales con una mirada rockera

Muy cerca y al norte de la capital de Colombia, en Cajicá, un territorio verde del centro del país, montañoso; fértil, a  donde llega mucha música de todas las provincias y países vecinos; nació la banda de «Manigua Rock mestizo»,  que está conformada por 5 integrantes, los cuales se conocieron en una escuela musical, para así en el 2004 iniciar con este proyecto.

Manigua Rock Mestizo (MRM) está integrado por Oscar Garzón,  en la batería y gestión, Cris Garzón en guitarra y teclado, Iván Guacaneme a cargo del bajo y sintez, Samuel Martínez, quien es el vocalista, gaita,tiple y cuatro; además de Miguel Garzón en la colombo-percusión; quienes platicaron en entrevista con la Agencia Cero:60 sobre su trayectoria y los retos que tiene la música.

Luego de que en el 2004 naciera el proyecto, fue hasta el 2009 cuando Manigua Rock Meztizo hizo la grabación del primer álbum: «Déjate llevar» , la adopción del nombre pudo darse probablemente en 2007 y reúne a la escuela que los unió, platicaron los integrantes de la banda.

Los miembros de la banda mencionan que el ritmo más significativo en común de los 5 que es el rock y la identidad musical que desprendía la exploración de sonidos tradicionales; la cual cuenta con miembros originales y actuales gestores pertenecientes a proyectos musicales diversos, que terminaron por germinar el proyecto MRM de Cajicá, Colombia.

Desde el principio en Manigua Rock Mestizo se propusieron relegar los «covers» idénticos, para crear versiones del folklore latino con una estética rock. La creación literaria sonora vino con el tiempo, y consolidó el camino del primer álbum y la puesta en escena; que fueron creadas en una antigua cochera, que desde hace 12 años se transformó en un estudio y espacio para encuentros culturales.

Manigua Rock Mestizo, como su nombre lo dice, es una banda que toca rock mestizo. Romántico en el sentido de retomar estéticas clásicas de este género, desde la fortaleza de una voz principal y las retóricas instrumentales enfocadas en hacer sentir, en la que la turbina del rock que ayuda a manifestar la contemporaneidad del origen sonoro de cada territorio como el bambuco, y que confluyen en el centro de Colombia, es música más contemplativa que corpórea, la importancia está en la canción como género literario, y al mismo tiempo en los ritmos alegres como la cumbia para hablar de temas no tan amenos.

Los conciertos de Manigua Rock mestizo, son un museo en el que se puede observar el formato clásico de rock acompañados de elementos percutivos afro-colombianos , variaciones de la guitarra española , gaitas nativo-colombianas , semillas , sintetizadores , voces humanas , imágenes entrañables del territorio y el sueño es seguir creciendo este museo.

“Nos orientamos siempre en ese sentido. En la búsqueda de un sonido original se ha alcanzado una confianza en el discurso melódico propio. Los covers han quedado un poco al lado pero jamás descartados. Es un dilema actual de la banda principalmente por la responsabilidad de la decisión y también en señal de protesta por el exceso de los bares al exigir versiones de otras bandas. La formación del público a contenidos independientes está quedando un poco debilitada por esta forma de complacer a la audiencia, la cual también tiene una responsabilidad compartida”, explica uno de sus integrantes.

La banda colombiana ha traspasado fronteras, ya que se han presentado en México en ciudades como Guanajuato, Pachuca , Metepec, Aguascalientes, Tzintzuntzan, Ciudad de México, Papantla, Veracruz y Tlaxcala.
“Los retos que ha enfrentado la banda en la industria de la música, en especial en los conciertos son lograr reunir varios actores y variables desde la planeación del presupuesto para dignificar el oficio artístico. Hay un boom de festivales que deberían invertir en bandas independientes y evitar un poco el pagar por tocar”; asevera otro miembro de Manigua Rock Mestizo.

Antes esta contingencia del COVID-19 la banda entró en «hibernación»; lo cual le resultó benéfica, ya que han surgido nuevas ideas, otras formas de comunicación nuevas preguntas sobre la autonomía en su producción musical.

«Nuestros ensayos se han detenido para ir al estudio personal, y en cuanto a nuestro espacio cultural, se ha detenido su agenda semestral para cumplir con las normas sanitarias del estado», comentó Oscar Alejandro Garzón

“Cada época de la banda altera los días que ensayamos. Antes de las medidas de confinamiento teníamos un promedio estimado de encuentros semanales .Existen memorias cuando fue diario el ensayo. La agenda académica y las edades de hoy en día nos mantienen siempre en búsquedas artísticas. Hoy perfilamos los ensayos con la mente en el proyecto que está por realizarse porque además de la banda también musicalizamos obras de teatro y actividades de difusión de los derechos de las personas a través de alianzas gubernamentales por medio de nuestro emprendimiento cultural”; abundó.

Los planes de la banda a corto y largo plazo ya iniciaron, en la cual tienen planeado un segundo álbum para 2021.

“Iremos a explorar los sonidos que nos unen con Venezuela, sonidos del pacífico y todo esto que nutra a nuestra identidad como mestizos y las responsabilidades que traen, A largo plazo, debemos ser reconocidos como embajadores culturales de nuestra región ante el mundo por medio del fortalecimiento de nuestro contenido en redes no solo musical sino abarcando más elementos de lo que entendemos como cultura. Soñamos con incorporar algún sonido tradicional mexicano dada la afinidad que hemos tenido con este mágico lugar. Siempre queremos volver”, mencionan.

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