Por: Joseluis del Ángel Almada Garmendia
Continuando la agenda del 31º Festival de Música de Morelia Miguel Bernal Jiménez, en la Sala de Niños Cantores del Conservatorio de las Rosas, en punto de las 18:00 hrs, se llevó a cabo el recital de violoncello y piano de los músicos Santiago Cañón-Valencia, de Colombia, quien estuvo a cargo del instrumento de cuerdas, y de Naoko Sonoda, pianista de origen japonés.
Al ser una recopilación de partituras de la época virreinal, el programa estuvo dividido en 4 secciones, dos de ellas antes del intermedio. Como primer número, los músicos presentaron Hydrus Para Violoncelo y Piano, de Jorge Humberto Pinzón Malagón (1968), con una duración de 7 minutos.
Posteriormente, la Sonata para Violonchelo y Piano, op.49, de Alberto Evaristo Ginastera (1916-1983), con 23 minutos de duración, estuvo segmentada en 4 secciones: Allegro Deciso, Adagio Passionato, Presto Mormoroso y Allegro con Fuoco.
El recinto estaba al tope en el cupo de los asientos. Varias personas estaban sentadas en el piso escuchando el concierto que más aplausos se ha llevado en los primeros cuatro días de actividades del festival.
Después del intermedio, se tocaron las piezas de Francis Jean Marcel Poulenc (1899-1963), Sonata Para Violonchelo y Piano, FP 143, en 4 secciones: Allegro. Tempo di Marcia, Cavatine, Ballabile y Finale. La pieza del compositor francés tiene 22 minutos de duración.
Para finalizar los últimos 10 minutos de concierto, se tocó Babuquísimo y Patasdilo (Arreglo de Edwin Guevara), y compuesta originalmente por Leon Cardona (1927) y Carlos Vieco Ortiz (1904-1979)
Después de la pieza final, el público vitoreó al chelista colombiano y a la pianista japonesa. Hubo una ovación de pie, y al ser un auditorio pequeño, el recibimiento fue aún más cálido.
Los dos músicos recibieron sus flores de reconocimiento y participación en el Festival de Música, y en estos cuatro días, han sido los únicos participantes a quienes el público pidió otra canción.
Santiago Cañón-Valencia, quien tiene 3 años colaborando con Naoko Sonoda, tomó el micrófono, agradeciendo los aplausos y el recibimiento en Morelia: “me gusta mucho la ciudad, la comida, el chocolate, pero, sobre todo, este recibimiento. Estuve en esta sala desde que tengo 11 años de edad. El repertorio es un poco extraño, la verdad, espero que les haya gustado”, expresó el chelista colombiano, previo a una pieza extra, gracias a la petición del público.
Este concierto forma parte del IX Concurso Internacional de Violoncheto Carlos Prieto, y su repertorio rescata obras clásicas iberoamericanas. La recepción no pudo ser mejor, y lo resumo en una frase: la gente aplaudió hasta enrojecer sus manos. Una ovación más que merecida.
