Por: Diana Guzmán
Mucho se ha hablado sobre aborto en nuestro país desde instancias legislativas, hasta el plano familiar y social del mismo. Como bien sabemos, es un tema controversial ya bastante debatido, y en el que la mayoría de las personas creen tener un criterio propio o medida de ‘solución’ desde sus principios o pensamientos dogmáticos, intelectuales, morales, sociales o formativos.
Pero, ¿Cuánto sabemos en realidad acerca del aborto inducido en nuestra ciudad? ¿Cuál es la percepción del mismo en las diferentes generaciones de mujeres Morelianas? ¿Existe realmente una conciencia y una tolerancia a nivel social hacia las mujeres que abortan por voluntad propia?
En realidad el aborto inducido es un tema social mucho más complejo que emitir juicios, y del que en pleno siglo XXI, en nuestra ciudad crea conflicto en las mujeres a la hora de socializar su pensamiento o postura (sea positiva o negativa) ante una forma preestablecida por un grupo de personas de mayor influencia en su entorno; por lo que personalmente pienso que es aún un tema, (si bien no en su totalidad tabú por que sí se habla de ello) incomodo de abordar y para el que muchas es más llevadero con eufemismo y superficialidad.
Al mismo tiempo las mujeres creen poder emitir su postura sin problemas y tener un criterio basto y acertado en el tema.
Para poder responder ante las cuestiones planteadas, he iniciado hace poco más de tres meses, un proyecto de investigación social, para poder medir lo que se piensa dentro de la ciudad de Morelia, en el Estado de Michoacán.
Con éste proyecto, se descubrió en base a encuestas, si ésta hipótesis era real o no y qué factores influían mayoritariamente en las morelianas para crearse una idea sobre el tema.
Una de las gráficas más interesantes que dieron como resultado fue la siguiente, en dónde podemos observar que casi la mitad de las encuestadas con un 48,3% aseguraron que el aborto es una práctica irresponsable y que al tener relaciones sexuales la mujer debe prever control natal pues ‘el feto no tiene la culpa’, una de las posturas de las que personalmente esperaba un resultado de selecciones similar, e interesantemente el 40%, tuvo empatía con la respuesta: “El aborto inducido me parece que debe ser practicado por decisión propia de la mujer. Cada una es libre de su cuerpo y de su vida, todos cometemos errores o somos vulnerables a un ataque sexual”, en otras palabras están de acuerdo con la autonomía de la mujer sobre su cuerpo y consideran que todas somos vulnerables a un ataque sexual o a vivir una situación de embarazo no deseado.
Otra de las gráficas resultantes fue la siguiente:
El 71,7% creen que sería muy difícil que los morelianos no juzguen a alguien que aborte, dicen que de ninguna manera Morelia acepta el aborto y sólo el 6,7% de ellas cree que no existen juicios en su cuidad ante el aborto.
En conclusión, y en referencia a las respuestas obtenidas, podría decir casi la mitad de las féminas tiene una percepción sobre el aborto medianamente favorable en éste tema, pero aún con un la influencia de un pensamiento machista que no considera realmente todos las circunstancias de dificultad que pueden orillar a una mujer a tomar la terrible decisión de abortar y que ninguna por lo tanto, estaría feliz ó cómoda de encontrarse en una situación así. Pero al mismo tiempo ese mismo grupo de mujeres está conscientes que aunque ellas aceptaran que cada una tuviera libertad para decidir, la sociedad en general no está preparada para ver esto con objetividad; contrariamente señala y juzga a dichas mujeres.