Amores en Facebook 1: Paola y Rodrigo

Por: Daniela Sánchez

“Nosotros hemos tenido nuestros sube y bajas, pero lo importante es que seguimos juntos, ¿no Paola?”, dijo Rodrigo mirando a su novia con cierta franqueza. A lo cual, ella respondió: “es que a veces te pasas de dramático, pero nada más”.

Él borra su sonrisa y la cambia por un gesto sarcástico.

“¿Cómo empezó todo? Ah sí, estábamos en la misma universidad. Aunque Rodrigo iba dos años adelante, porque es más grande que yo. Los dos estudiábamos Turismo, por lo que tiempo después viajaríamos mucho. Nos conocimos durante la bienvenida de la carrera. Fue en un bar, él se acercó a mí sin más y comenzó a hacerme plática. Hablamos por horas y bailamos toda la noche”.

Paola, con tan solo 20 años, es una mujer soñadora, fanática de películas como Diario de una pasión. Su mundo todavía es de color rosa, cree en el amor a primera vista y solo falta que la rescaten de la torre y le declaren poemas. Sin embargo, detrás de la niña Disney, existe también “Carrie”, la protagonista de la serie “Sex and the city”. Sensible, elegante y enamorada de su “Mr. Big”, su novio.

Rodrigo tenía 23 años y Paola tan solo 20. Dos años de diferencia no significan nada si se enamoran uno del otro, ¿no? Cuando empiezas la universidad, te da el sentimiento de ser muy maduro y muy grande. Existen las fiestas entre semana y los exámenes al día siguiente, pero ya puedes darte el lujo de asistir y estudiar una hora antes del examen.

“Paola es muy guapa, que puedo decir. Es muy inteligente y divertida y creo que eso fue lo que me llamó la atención. El hecho de verla tan feliz y relajada. Era diferente a las demás, siempre lo ha sido. Su carácter es completamente bipolar y es bastante sensible, hasta entre sus amigas. Es más sobretodo entre sus amigas.”

Rodrigo, tiene un sutil toque de madurez, atractivo, galán e inteligente. Enamorado de ella y de su carrera. Amante de lo original y delicado, pero con un carácter poco común para su apariencia, sí, ciertamente un poco irritable y desconfiado. Alto, moreno y por su camisa, adicto al gimnasio. Una pisca de superficial, pero capaz de enamorarse de una personalidad completamente distinta y tierna.

Paola miró a Rodrigo con los ojos entre cerrados, dándole a entender que no le había parecido su comentario, pero al terminar de hablar, asintió y aceptó que era así. Él le besó la frente y le acarició el hombro diciéndole “Acéptalo mi amor, así eres”.

Los meses siguientes fueron una luna de miel perfecta. Viajaban mucho por su carrera, ya fuera en viajes del salón de Paola o del salón de Rodrigo. Conocieron Cuba, Playa del Carmen, Cancún, entre otros lugares. A pesar de las fotos etiquetadas en Facebook, Paola no había cambiado su estado sentimental a tiene una relación con… Rodrigo sí. Sin embargo, por un tiempo pareció no ser un detalle tan importante.

“Fue hasta que un amigo me dijo, oye, porque tu novia no tiene una relación contigo. ¿Se enojaron? Llevábamos seis meses para entonces y en ese momento le contesté que no. Que no estábamos enojados, pero que seguramente así lo había tenido siempre, pero que no era realmente importante. Al día siguiente le comenté a Paola, ella me miro extrañada y me contesto: perdón, no creía que fuera tan importante, pero ahorita lo cambio.”

Al ser más grande Rodrigo, Paola esperaba que ese tipo de detalles no fueran realmente importantes. Ella, desde sus primeras relaciones nunca había cambiado su estatus, no estaba en completo acuerdo con hacerlo. Pero por amor a Rodrigo finalmente lo hizo.

“Parecía de otro mundo. En el segundo, de verdad, en el segundo en que cambie mi estatus, mis amigos comenzaron a poner que les gustaba, otros que felicidades. Y una amiga en especial, que es súper feminista me comentó: siempre creí en ti pero finalmente caíste. Fue sumamente extraño, pero yo estaba enamorada de Rodrigo; así que por el momento lo ignoré. Pero con el tiempo, mi amiga se fue alejando de mí y casi no me hablaba. Eso realmente me dolió.”

Rodrigo frunce el ceño y le pregunta a Paola directamente: “Pero si ni era tu amiga, no tu mejor amiga, Paola, ¿sigo sin entender por qué te importó tanto?”. Ella lo miró apenada y le contestó: “porque yo era igual de escéptica que ella y creíamos que el amor era para tontas. Y esa fue una de las razones por las que nunca cambiaba mi situación sentimental. Porque era decir, tengo novio pero sigo siendo yo. Sí, es un tontería, pero siempre lo hicimos así”. Él la miro desconcertado, pero no dice una palabra y la abraza.

A veces las amistades son una fuerza universal más pesada que la gravedad; Aunque algunas dicen “amigas primero y luego novias”. Cuando te enamoras, pierdes la cabeza y más aún, cuando encuentras a ese alguien que te complementa y que saca la mejor versión de ti. La verdadera amistad es aquella que seas como sea, respeta tus decisiones y te apoya incondicionalmente. Paola, se dio cuenta de ello, por lo que prefirió perder a su amiga que a su novio. Una decisión que orgullosamente la defiende hasta la actualidad.

“En ese entonces, me desconcertó mucho la reacción de Paola, por lo que le dije que lo quitara, que a fin de cuentas yo sabía que me amaba pero que no era necesario que perdiera a su amiga por eso. Entonces ella me dijo que ambos lo quitáramos para que fuera más justo, lo cual me pareció una buena idea. Pero la verdad fue que a ninguno nos gustó lo que eso provocó, ¿Verdad Paola?”.

Paola con la mirada perdida, reacciona al terminar de hablar Rodrigo. Respira profundo y continua el relato. Su novio, le acaricia el hombro mientras ella habla y frecuentemente le besa la mano, le da ánimos para que prosiga con su relato.

“Fue como liberar el Kraken. A los pocos días de quitar nuestra situación sentimental, todo mundo, incluso gente que conocíamos muy poco o de las personas que agregas y nunca hablas comenzaron a atascar su muro y el mío. Preguntando, ¿Qué por qué habíamos terminado? ¿Qué qué había pasado entre nosotros? ¿Qué si no tenía solución? Que siguiéramos adelante sin mirar atrás, que todo pasa por una razón. ¡Hasta las personas que nos veían diario en la universidad! o sea, ni porque nos veían juntos cada segundo, no. El Facebook tenía que tener la razón.”

Cada que los veían juntos, no faltaban la preguntas ¿Ya volvieron? ¿Cuándo paso? ¿Siguen juntos? Fueron preguntas que constantemente tuvieron que contestar, no solo por días, sino por semanas. Ambos comenzaron a cansarse de defender más su relación que de realmente vivirla. Sin embargo, seguían juntos, pero ya no eran uno mismo.

“Fue sumamente agotador. No eran solo nuestros amigos, era la escuela completa, incluso hasta los maestros nos preguntaban. Tanto Paola como yo nos cansamos, no nos rendimos. Pero entre la escuela y todo el alboroto nos cansamos. Comenzamos a discutir por pequeñeces, cosas sin sentido; como por qué te preguntó fulano o fulana. Uno espera que como todo chisme se olvide en unos días, pero descubrimos que éramos más populares de lo que creíamos, porque el drama no paró hasta que por mutuo acuerdo decidimos terminar.”

Ambos se miraron con nostalgia, al recordar esos momentos. Pero al entrelazar sus manos nuevamente, sonrieron aún con los sentimientos a flor de piel.

“Al separarnos, nunca volvimos a estar juntos en la universidad. Ya no nos sentábamos juntos a comer o a platicar. Cada uno decidimos tomar nuestro camino y cruzarnos las menos veces posibles. La gente al vernos completamente separados, dejo de molestarnos. Ya no había preguntas incesantes sobre nosotros. El mundo volvió a girar, pero ya no a nuestro alrededor. Fue entonces que tanto Rodrigo como yo, encontramos la paz. Pero nunca dejamos de amarnos”.

Después de escuchar a Rodrigo, Paola lo miró intercambiando más que miradas. Sonrieron y rieron mientras se abrazaron. Rodrigo le pasó el brazo por la cintura y Paola se tomó de ambas manos de él, la de su cintura y la que tenía recargada en la pierna. Simbolizando su nueva unión como algo fuerte e inquebrantable. Paola decidió continuar la entrevista.

Al terminar su relación, ambos hicieron una “declaración” en Facebook. Diciendo que ya no estaban juntos, que había sido demasiado drama y que solo querían que los dejaran en paz. No faltaron algunos likes de las personas allegadas a ellos y uno que otro comentario alentador.

“Cuando por fin cesaron los chismes y las preguntas, ya había pasado un mes. Después de todo el año y medio que habíamos vivido Rodrigo y yo, no podía borrarse así como así. Por lo que decidimos volver. Pero como sabíamos que se armaría el mismo relajito, ambos decidimos poner de inmediato que teníamos una relación. Igual, los comentarios y los likes. Pero esta vez ambos decidimos poner en Facebook una publicación para que nos dejaran tranquilos”.

La publicación hablaba sobre lo que había sucedido y por lo que habían decidido separarse. Explicaba que había sido culpa del interés excesivo de la gente en lo que claro, no le importa. Que las personas debían aprender a meterse en sus propias vidas y no en la de ellos. Cual rueda de prensa, la publicación fue cuestionada por medio de comentarios pero funcionó de maravilla. A partir de eso, sus contactos de Facebook cesaron el acoso.

“La idea de publicar ese comentario fue mía” confesó Rodrigo apenado. Paola lo miró tiernamente y le dio un beso en su mejilla. Animándolo a terminar de hablar. Él continuó hablando mirándola a los ojos.

“No podía perderla otra vez y menos por tonterías como el Facebook. Durante el tiempo que estuvimos separados, mi deseo de volver con ella no solo era el amor que siento por ella, sino el hecho de haber terminado sin ninguna razón lógica, como algún conflicto o pelea que hubiéramos tenido, o alguna herida que nos hubiéramos hecho. Por ello, me alegra haber vuelto contigo. Porque no solo nos amamos, sino les demostramos que el Facebook solo causa problemas, de una forma u otra es capaz de crear problemas que no existen y de destruir una relación”.

“Para mí, el Facebook es para la gente ociosa que no tiene otra cosa que hacer. Y que prefiere meterse en vidas ajenas que ver la suya. Sobre todo porque la de ellos realmente no es feliz y envidian a los que si somos. Si pudiéramos hacerlo todo una vez más, lo primero que le diría a Rodrigo es: ¡No hay que anunciar nuestra relación en Facebook! Porque el ser humano destruye todo aquello que no es capaz de obtener para sí mismo.”

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