Por: Diana Laura Guzmán Morón
La varicela es una enfermedad exantemática muy contagiosa. En la mayoría de los casos, ocurre en las primeras décadas de la vida y se calcula que sólo el diez por ciento de la población de más de 30 años es susceptible de padecerla. Se estima una tasa de ataque secundario en convivientes del 70% al 90%.
Su distribución es universal, endémica en los países desarrollados, con ondas epidémicas cada dos a tres años. En regiones de clima templado tiene incidencia estacional con picos al final del invierno y en primavera. En el trópico la diseminación del virus se ve entorpecida por la inestabilidad que éste tiene ante el calor, por lo que en estos países la varicela suele presentarse a edades más tardías.
Aunque considerada benigna, causa una morbimortalidad estimable, incluso en niños sanos, aunque actualmente existen vacunas preventivas que los médicos recomiendan que se reciban entre los 12 y 15 meses de edad. No existe una cura para este padecimiento y el tratamiento consiste principalmente en la administración de antivirales y analgésicos que ayudan a disminuir el dolor y prevenir complicaciones, así como baños coloides para calmar el picor de las vesículas.
Los síntomas de esta enfermedad son: malestar general, fiebre, dolor de cabeza, cansancio, debilidad y después erupciones en forma de ampollas que se secan formando una costra. El herpes zóster no se contagia de persona a persona, pero cuando se presentan las vesículas, es posible que una persona que nunca ha tenido varicela, se contagie además las lesiones dérmicas pueden producir cicatrices permanentes, deprimidas, hipo o hiperpigmentadas.
El agente causal de la varicela es el virus varicela zóster (VVZ), que es un DNA-virus que primariamente infecta a la clase humana, forma parte de los ocho virus que pertenecen a la familia de los herpes virus y a la subfamilia Alfaherpesviridae género Varicellovirus aunque la varicela es el virus es el más pequeño de esta familia.
La varicela en la embarazada es una situación de riesgo, sobre todo cuando la infección materna se produce cinco días antes del parto y hasta dos días, ya que grandes cantidades de virus atraviesan la placenta y dan un cuadro clínico grave con una mortalidad que puede llegar al 30%.
Cuando una persona presenta varicela generalmente durante la niñez, el virus permanece en el cuerpo sin generar ninguna reacción y puede permanecer así durante años pero si el sistema inmunológico se encuentra debilitado, como ocurre cuando se presenta VIH o alguna otra enfermedad como diabetes o cáncer, es posible que se presente esta enfermedad.