Esta es la peculiar historia de un pescador llamado Antonio. Vive cerca de la playa, en Nexpa, pero es probable que si preguntan por él no sepan darle razón, en especial porque en esta zona es más común que se llamen por un apodo que por el nombre registrado en el acta de nacimiento.
No, a Antonio no le dicen Toño, como podría suponerse: le dicen El Chiliqui. Casado con Rosa, tiene dos hijos ya mayores, uno recién egresado de la universidad y otro en proceso de concluir una carrera. Este hombre, que no escucha y por lo tanto tampoco habla, sale todas las mañanas a pescar al río que desemboca en esa zona.
Con puras señas y gestos Antonio da un recorrido a un grupo de estudiantes que temprano visitaron a su esposa. A pesar de las limitaciones, el improvisado guía turístico explica de manera muy clara los detalles del río que conoce a la perfección. Allá hay peces chicos, acá son grandes; en esos matorrales duermen los cocodrilos, que salen al mar cuando el río sube su nivel.
A continuación podrá ver en una serie de fotos parte de ese recorrido. Las imágenes fueron captadas por Jhoseline Méndez, Aldo Sánchez y Adid Jiménez.
Lázaro Cárdenas, México, 19 de marzo de 2018. Antonio, un pescador de la comunidad de Nexpa, camina dentro del río que desemboca en esa zona y que es el hábitat de diferentes tipos de flora y fauna.
Lázaro Cárdenas, México, 19 de marzo de 2018. Conocido como El Chiliqui, Antonio pesca para conseguir el sustento de su esposa y dos hijos. En una pequeña parcela también cría cerdos y siembra tomates.
Lázaro Cárdenas, México, 19 de marzo de 2018. A los ocho años una serpiente venenosa mordió a Antonio en el pie izquierdo. A raíz de ese suceso, el tejido se necrotizó y perdió la pierna. Fue hasta que cumplió 16 que por fin pudo tener una prótesis, la cual le colocaron en los Estados Unidos.
Lázaro Cárdenas, México, 19 de marzo de 2018. Durante el recorrido por el río es posible observar algunos de los animales que habitualmente rondan el lugar.
Lázaro Cárdenas, México, 19 de marzo de 2018. Cerca de una charca, El Chiliqui explica a su modo que hay cocodrilos en la zona. Antonio no escucha ni habla, pero con señas y gestos es capaz de hacerse entender.
Lázaro Cárdenas, México, 19 de marzo de 2018. Antonio señala hacia el interior del río, donde usualmente pesca. Su esposa, Rosa, explicó previamente que la captura del día suele ser escasa. Chiliqui confirma lo dicho por su pareja, además de confesar que muchas veces los peces son de un tamaño muy reducido.
Lázaro Cárdenas, México, 19 de marzo de 2018. Antonio explica que existen otras zonas del río donde los peces son más grandes, pero nadie se atreve a pescar en esos sitios debido a la presencia de cocodrilos de gran tamaño.
Lázaro Cárdenas, México, 19 de marzo de 2018. El Chiliqui muestra con cierto orgullo un trozo de piel de un pescado. La evidencia demuestra que hay varios depredadores en la zona, los cuales son más activos durante la época de lluvias.
Lázaro Cárdenas, México, 19 de marzo de 2018. En la desembocadura del río hacia el océano hay un pequeño montículo donde pelícanos, garzas y gaviotas descansan al caer el anochecer.