Por: Andrea Esparza Bustamante
25 de octubre del año 2017. El Festival Internacional de Cine de Morelia llegó apresuradamente a la mitad pero con ello llegó también el director mexicano Guillermo del Toro, aclamado por el público y respetado por la prensa.
Se proyectó su película La forma del agua para la prensa a las 10 horas en el complejo de Cinépolis del Centro y posteriormente se llevó a cabo la conferencia de prensa en el Teatro Ocampo, nueva sede para la decimoquinta edición del FICM.
En esta conferencia de prensa no solo se abordaron temas referentes al largometraje que ganó el premio León de Oro en la 74ª edición del Festival de Cine de Venecia.
Del Toro afirmó: “Es una historia de amor que es liberadora pero también es de un amor que es pura tolerancia”.
La primera mitad de la conferencia se centró en hablar acerca del amor, tema principal de la película La forma del agua, tema importe para el director porque “es la única cosa en la que Buda, Los Beatles y Jesús estuvieron de acuerdo”.
Es la película más optimista que he hecho, dijo del Toro, porque tiene un final hermoso, no es como El espinazo del diablo y El Laberinto del Fauno que tienen finales trágicos. Esta película tiene un final que es una declaración al amor, en general, al amor romántico o al amor al cine o a cualquier tipo de amor.
“El amor enmudece”. “Cuando te enamoras, la persona te recuerda a algo esencial en ti”. “El remedio de la soledad, y de todo, en realidad, es mirar al otro y pensar siempre en el otro”.
Hablando respecto a la música de la película, Guillermo confesó que se tardó nueve meses en encontrar las canciones específicas y que la banda sonora es pleno romanticismo, significa pureza e inocencia. La banda sonora tiene la vitalidad de una antigua y algo muy importante fue el uso de la voz humana. Fue grabada como un musical y la grabación de esto se realizó en Abbey Road con el compositor Alexandre Desplat, quien lo convenció de asistir a la grabación para tener la cantidad de emoción pertinente.
Hablando acerca de la codificación de color, Guillermo del Toro dijo que está muy cuidada y explicó que los colores predominantes en la película son el azul y más colores fríos para simular agua, por lo que el departamento de Elisa (Sally Hawkins) tiene humedades y siempre está oscuro.
Mientras que en el caso del departamento de Giles (Richard Jenkins) es completamente lo contrario pues Giles representa el aire, su hogar está lleno de colores cálidos y es perpetuamente de día.
En La forma del Agua el color verde se le asigna al futuro, el color rojo representa la herida, el amor y el cine. El color rojo está presente por primera vez cuando Elisa abre la puerta a la vida y al cine.
La clave de una estética es que venga del contenido, por eso, Del Toro dijo que la estética fue una parte fundamental de la película, además de la colorimetría, el diseño del personaje de la ‘criatura’ fue primordial en el desarrollo del largometraje porque no se creó la criatura para encajar con la película sino se creó la película alrededor de la criatura. Además, el diseño de esta tomó 3 años y se inspiró en obras japonesas.
Cuando se le preguntó si La forma del agua sería la película que por fin le ganaría el galardón de la Academia, Guillermo del Toro rió a carcajadas y dijo: “soy un gordo raro que hace películas raras. Hago las películas que quiero y no espero que tengan una carrera ni un recibimiento específico”.
“Los premios son como un volado con diez monedas al aire. Lo mejor pasa cuando no ganas. El mejor de los premios es poder llegar a tu casa a cenar y quitarte los zapatos tres horas antes que los demás”.
Entre otros temas como su opinión política, su punto de vista acerca de si el cine está muerto o no y el cine dominguero que puede llegar a ser el que más heridas cure, Guillermo del Toro concluyó la conferencia de prensa de una hora entera entre risas, anécdotas y un ambiente de completa confianza con la prensa.
“El cine ideal es el que es más íntimo. El acto creativo y la curiosidad son algo vital y es lo que me define a mí mismo”.