Se recrudece desabasto de gasolina en Morelia

Por Adid Jiménez

Un hombre decepcionado aborda el Ruta 1 cerca del estadio Morelos. Lleva entre las manos un voluminoso bidón vacío, el cual pretendía llenar de gasolina para salir a trabajar al día siguiente. Sin embargo, su búsqueda no dio los frutos esperados: no encontró el escaso combustible en ninguna de las estaciones que visitó.
Se sienta a un lado de un joven quien también carga un bidón vacío. La situación es similar, hay empatía entre ambos e inician la conversación: su estrategia consiste en recorrer todo el Periférico y bajar en la primera estación que esté en servicio. Los guían los rumores que han oído durante todo el día: «llegó una pipa a la salida a Charo», «hay gasolina en Mil Cumbres», «me acaban de decir que en la San Rafael ya empezaron a surtir».

La crisis por la falta de gasolina en Morelia ha generado reacciones inesperadas entre la población. Mientras algunos recorren las diferentes estaciones de servicio del municipio y sus alrededores, otros han optado por armarse de paciencia y formarse en filas interminables con tal de obtener unos pocos litros de gasolina.

Morelia, México, 08 de enero de 2019. Varios bidones fueron alineados en una gasolinera a la espera de que llegue una pipa con combustible.
El desabasto de gasolina está por cumplir 15 días en Michoacán, lo cual ha derivado en estrategias desesperadas por parte de los ciudadanos quienes esperan conseguir un poco de combustible. Crédito: Adid Jiménez/Cero:60. (Crédito obligatorio, sólo uso editorial)

 

De acuerdo con lo dicho por el gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, la falta de gasolina se debe a la estrategia aplicada de manera reciente para detener el robo de combustibles en la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), una práctica realizada desde hace muchos años, de acuerdo con el propio López Obrador.

Algo se ha dicho acerca del operativo contra el robo: se sabe que el Ejército y la Marina entraron a las instalaciones de Pemex para combatir, desde adentro, la sustracción ilegal de los combustibles. Se delató el modus operandi, consistente en facilitar la ordeña de los ductos, ya fuera comunicando a los ladrones los horarios en los cuales se bombearían las gasolinas, o con el uso de tuberías alternas instaladas justamente en los mismos almacenes de la paraestatal.

Había complicidad desde el interior y la federación decidió cerrar la llave. «Vamos a modificar, si se necesita, todo el sistema de distribución. Se va a normalizar el abasto y, al mismo tiempo, vamos a garantizar que no se roben los combustibles”, delcaró López Obrador en su conferencia de prensa matutina del día 7 de enero. Sin embargo, la estrategia provocó, como efecto secundario, el desabasto.

El enojo es evidente en las estaciones de servicio. En el caso de la gasolinera de Avenida Tata Vasco y Calzada Madero, por ejemplo, un grupo de hombres juega a las cartas a la espera de que llegue el combustible, pero en cuanto ven una cámara desahogan su sentir: «aquel llegó a la una de la mañana, yo llegué a las tres y este señor está aquí desde las siete de la noche de ayer. Y nada».

En redes sociales se refleja el malestar. Existen los memes, esos que nunca pueden faltar en cada situación, pero también hay quienes ven la oportunidad de despotricar contra el gobierno federal.

Sin embargo, no todo es tan malo a causa del desabasto. Las calles de la ciudad carecen de tráfico, se llega rápido a casi cualquier parte, incluso en hora pico. Además, los ciclistas han tomado las avenidas y demuestran que la falta de gasolina no es pretexto para detenerse. Mientras tanto, es posible apreciar la ciudad con calma, porque uno nunca sabe lo que tiene, hasta que lo ve sin tráfico.

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