Por: Jacqueline Ramírez
Los foodtrucks o camiones de comida anuncian cuadras antes de la Casa de la Cultura que el Festival Internacional de Gastronomía y Vino de México/Morelia en Boca 2015 ha llegado, los aromas que provienen de una deliciosa arrachera al carbón acompañado de una guarnición de zanahorias fritas, el segundo carro vendía hamburguesas con toques argentinos pero con el característico sazón mexicano con mucho picante.
Bastaba una mirada de reojo para saber de la presencia de las cocineras michoacanas, vestidas con sus trajes típicos servían a los comensales desde trucha arcoíris frita con ensalada, corundas, y pozole, hasta aporreadillo, mole, etc. Sin faltar las tortillas perfectamente hechas a mano blancas, azules, rosas y tricolores; la nieve de pasta tradicional llegó al segundo día.
18 en total, una de las principales era Rosalba Morales Bartolo reconocida por su exquisito sazón enraizado en las enseñanzas de su abuela, cada una de ellas dejaron huella en los paladares exigentes de los comensales del festival.
El patio principal fue el lugar perfecto para degustar al mundo en 35 stands. El dj daba la bienvenida con música clásica y juvenil de acuerdo al estilo de los ahí presentes, se podía ver al mexicano con camisa a cuadros y extranjeros que no entendían el español pero movían sus copas con vino tinto y mucho estilo al ritmo de la música.
Los vinos y la cerveza fueron protagonistas inquebrantables del festival; los aromas suaves, dulces y espumosos de los vinos chilenos, la frescura y claridad de los vinos de Alsacia, franceses, sin faltar la innovación de la región queretana en México, así como también el burbujeo penetrante de la cerveza artesanal michoacana y Bélgica.
La combinación ideal se forma entre un delicado vino tinto con un queso tradicional de los productos locales, pero el mezcal le da la terminación 100% michoacana.
Sin embargo fue notoria la poca presencia de estudiantes a comparación del auge que se le dio en otras ediciones, aun así los pocos alumnos del Colegio Culinario sacaron la casta demostrando para lo que nacieron con deliciosos bocadillos.
Al fondo recóndita se encontraba la cocina central, lugar digno para las demostraciones de comida donde Aquiles Chávez demostró una vez más el porqué es uno de los chefs más reconocidos al igual que su destacado y canoso bigote con el manejo de la trucha y el charal michoacano; uno de los ingredientes que más efecto causó este año entre los profesionales fue el chile habanero chocolate, ese ingrediente complicado, picante pero sobresaliente que Pablo Salas y Xavier Pérez Stone lo hicieron parecer fácil y sencillo acompañándolo de trucha arcoíris y salmonada; todo ello realizado con productos orgánicos tan mencionados horas antes por la bien llamada Mick Jagger de la cocina mexicana Diana Kennedy, homenajeada en ese mismo recinto por su investigación y defensa de la gastronomía mexicana, después de haber llegado al país con 100 dólares en la bolsa y media propuesta de matrimonio pero con muchas ganas de cocinar.
Debido al año dual entre México y Reino Unido se combinaron en la cocina con técnicas británicas y en el alcohol con el poder de la ginebra.
No queda más que esperar a la siguiente edición para saborear los nuevos productos, sensaciones imborrables en las papilas gustativas, deleite en cada cata y poder decir la mesa está servida.