Por Alejandro Vargas
El pasado 4 de noviembre, se cumplió un año de que el dramaturgo y escritor, Luis Zapata, falleció en la Ciudad de México. Ha sido reconocido también como guionista, sin embargo, su labor como escritor LGBT, le ha válido un enorme reconocimiento para la comunidad.
Entre algunas de sus obras se encuentran: Hasta en las mejores familias, La hermana secreta de Angélica María, En jirones, Autobiografía póstuma, entre otros, sin embargo, su obra más popular y trascendental, ha sido, “El vampiro de la colonia Roma”, una novela publicada en el año de 1979, misma que cuenta la historia de un prosituto homosexual y sus aventuras como trabajador sexual en la gran capital mexicana.
Sin duda alguna, El vampiro de la colonia Roma es un gran relato que nos adentra a las vivencias que no son tan lejanas a aquellos que son homosexuales o parte de la comunidad LGBT. Más que historias, son relatos muy íntimos que logran cautivar y fascinar las mentes de aquellos que nos hemos interesado (y porqué no) puesto en el papel de Adonis. Un retrato profundo a lo que conlleva ser gay en aquellos años, con todos sus retos, dificultades, pero también placeres y goces. Si algo debemos de agradecer, es que Luis Zapata haya creado a este personaje tan entrañable y sofisticado y a la vez, darle voz con esperanza a la comunidad LGBT+, pues es el claro ejemplo de que en nuestro folklore mexicano existe diversidad, no solamente en la cultura gringa que tanto consumimos.
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