Un acercamiento real del trastorno de espectro autista

Autismo

Por: Alejandro Vargas

En los últimos años, gracias al trabajo de organizaciones e individuos, la sociedad se ha hecho más consciente de la importancia e impacto que tienen en la calidad de vida de las personas las diversas condiciones, trastornos y discapacidades que no son visibles como la mayoría de las afectaciones que son visibles físicamente.

Gracias a lo anterior, se han logrado visibilizar los Trastornos del Espectro Autista, los cuales son un grupo de trastornos del desarrollo que afectan la comunicación y el comportamiento de las personas que lo padecen. Aunque el autismo se puede diagnosticar a cualquier edad, generalmente los síntomas aparecen o son detectables en los primeros tres años de vida.

Estos trastornos se presentan en diversos grados y con algunas variedades dependiendo de la persona que lo esté padeciendo, entre estas, puede haber alteraciones en las interacciones sociales, en las habilidades comunicacionales, en las esferas de intereses, en la conducta y comportamiento.

Los tipos de autismo van desde el autismo infantil, el síndrome de asperger, el síndrome de Rett, trastorno de desintegración infantil y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado; y, aunque en la actualidad no hay un tratamiento estándar para el trastorno del espectro autista sí hay muchas formas de ayudar a minimizar los síntomas y maximizar las capacidades.

De acuerdo a una investigación de la Universidad Castilla de la Mancha, en la Facultad de terapia ocupacional, logopedia y enfermería, se incluye un estudio de caso denominado Modified Checklist for Autism in Toddlers (M-CHAT), arroja resultados de como el TEA se distingue de unos niños con otros, a partir de los 16 a 36 meses. Además, de como influyen ciertas actividades de los padres, como sus trabajos nocturnos o exposiciones a sustancias como disolventes, campos electromagnéticos u ocupaciones no expuestas.

De 206 casos válidos de niños, se encontraron 70 con TEA, de los cuales, cuentan con el síndrome X frágil, esclerosis tuberosa, neurofibromatosis, dificultades motoras o sensoriales, etc. Y ahora, entre las variables de trabajos, se encontraron 121 ocupaciones distintas, siendo las más frecuentes para niños con este déficit las siguientes: “amas de casa” con 21, enfermeras 6 (ocupación nocturna), limpiadores de oficinas, hoteles y similares con 5 (expuestos a disolventes).

En la siguiente tabla, se puede apreciar más complementada la información de acuerdo a padres con y sin hijos con TEA:

tabla

Analizar este tipo de situaciones relacionadas con el desencadenamiento del TEA en los infantes, es de suma importancia, porque no solo nos ayuda a entender este tipo de procesos, sino que, además, puede devenir en como método de prevención, pues de alguna forma se hace conciencia en que es aquello que logra a afectarles. Como dato interesante, tan solo en México 1 de cada 115 niños tienen autismo, de acuerdo al Instituto NCIONAL DE Geografía y Estadística (INEGI) y la Clínica Mexicana de Autismo, indica que el 65% de las personas con este trastorno, presentan limitaciones importantes que requieren tratamiento de por vida.

Referencia:

PINO-LOPEZ, Manuel  y  ROMERO-AYUSO, Dulce M.. Trastornos del espectro autista y exposiciones ocupacionales de los progenitores. Rev. Esp. Salud Publica [online]. 2013, vol.87, n.1 [citado  2022-06-09], pp.73-85. Disponible en: <http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-57272013000100008&lng=es&nrm=iso>. ISSN 2173-9110.


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