Por Jhoseline Méndez
El tercer domingo de junio se celebra el día del padre: México adoptó la fecha de Estados Unidos. Es costumbre realizar reuniones para festejar a los padres o figuras paternas, ya que muchas veces no se cuenta con la cercanía del padre biológico por diversas situaciones.
Este es el caso de Josefina Mejía, quien con 53 años de edad recuerda con gran amor a su tío Juan Piña: él le brindó su casa para que ella viviera mientras estudiaba la carrera técnica en enfermería, ya que ella es proveniente de la comunidad de San Antonio Coapa, Michoacán.
Juan Piña era su tío político, se casó con la hermana de su madre y a pesar de tener más cercanía sanguínea con su tía, la relación paternal que creó con Juan fue instantánea. Con el pasar de los días a Josefina ya la trataba como una de sus hijas, le ponía hora de llegada a casa y conocía perfectamente sus horarios escolares, por lo cual sólo le daba media hora para llegar de regreso de la escuela, esto por la preocupación de que ella era foránea y no conocía bien la ciudad, de esta manera evitaría alguna situación trágica.
Si los fines de semana Josefina permanecía en la ciudad, entonces salían a pasear al centro y cuando no se quedaba aquí, él junto con toda su familia la llevaban a la comunidad de donde es originaria. Ahí convivían con la familia de Josefina y así fue hasta el final de los dísa de Juan Piña, quien irónicamente falleció el 10 de mayo en el año 2014 a causa de un cáncer de hueso.
Durante todo este proceso estuvo Josefina al lado de sus primos y su tío, hasta el último minuto de vida ella estuvo con él y con total melancolía lo recuerda y extraña diariamente. Nos cuenta que este día del padre visitará su tumba para llevarle flores para conmemorar la festividad al lado de los restos de su gran figura paterna.
Aunque Josefina contaba con la cercanía y buena relación de su padre biológico, Juan Piña se volvió una figura paterna para ella. Como esta situación ocurren más en diversos lugares del mundo, sin embargo en Morelia lo vemos cada día ya que miles de estudiantes realizan sus estudios en la capital michoacana, “al menos cien mil”, de acuerdo con Raúl Morón, aspirante a presidente municipal, quien soltó la cifra hace unos días. Si tiene suerte, algunos de estos jóvenes llegan a casa de familiares y se vuelven parte de esa familia.
“Recuerden amar, cuidar y valorar a sus padres biológicos y padres del alma, todo lo que ellos nos dieron cuando éramos niños merece ser recíproco cada día, pero llegará un momento donde ellos nos necesiten tanto como nosotros a ellos en nuestra infancia.” Así concluye Josefina Mejía.
