VideoChat con Guillermo del Toro

Por: Andrea Esparza Bustamante

El día 25 de octubre el director mexicano Guillermo del Toro, reconocido internacionalmente, se presentó en el Teatro Rubén Romero para responder las preguntas del público, en su mayoría estudiantes universitarios acerca de su película La forma del agua y otras cuestiones relacionadas con el cine y la el estado creativo.

Del Toro, invitado de honor del 15 Festival Internacional de Cine de Morelia, habló de su relación con los monstruos fantásticos que presenta en sus películas y admite que ha tenido una extraña relación de amor-odio con estas criaturas desde que era un niño pequeño: “Le dije a los monstruos: ‘Si me dejan ir al baño seré su amigo toda la vida”.

A los presentes que tienen el sueño de convertirse en cineastas en un futuro les aconsejó que deben ser persistentes y de buscar una historia diferente, remontarse a artistas de otros siglos para ampliar el lenguaje porque si se basan en lo popular, acabarán haciendo algo que está ya muy trillado.

También aconsejó tener entereza porque “el 90% de lo que recibes no es positivo. Necesitas inspirar a cientos de personas y engatusar a alguien que te dé la lana. Necesitas tener un carácter muy fuerte y una fragilidad muy profunda. Es un contraste horrible”.

Esto, de una manera ciertamente obvia, puede aplicar no solamente a aquellos que buscan desarrollarse en un ámbito cinematográfico, inclusive artístico, sino a todas las profesiones y oficios.

“El cine que yo quería hacer era un cine inspirado, refraseado, de un género que no es bienvenido. Es un género mal visto, que se ve como escapismo. Creo que la fantasía es mucho más realista en muchos sentidos que géneros que se han acordado como ‘realidad’”.

¿Qué se necesita para diseñar un mounstro?

Para diseñar un monstruo, dijo Del Toro, se necesita pensar en él como una pieza narrativa: qué gestos, qué cosas te van a decir lo que es y en segundo lugar, hay que diseñarlo en reposo porque “imagínate a ese monstruo yendo a comprar mazapanes”.

También comentó el director de The Shape of Water que lo hermoso de diseñar monstruos es la práctica y que: “para escribir una historia buena, hay que escribir 100 historias malas. Se tienen que hacer 25 malos cortometrajes para poder hacer un largometraje que esté más o menos”.

Acerca de La forma del Agua, dijo que la normalidad es algo que nunca le ha gustado la normalidad porque es casi como un dato demográfico. “El monstruo representa la posibilidad de tolerancia, amor y empatía con el otro”.

El consejo con el que Guillermo concluyó la sesión fue el de nunca perder la curiosidad pues es esencial para poder realizar una película. “La curiosidad debe rebasar tu conocimiento cuando tienes una idea. Es la invocación del conocimiento. Si vale la pena preguntárselo, también responderlo”.

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