Por: Antonio Monter Rodríguez
¿Cómo nombrar la sensualidad sin que suene a lugar común, dado que la artista es reconocida por su desbordante erotismo de voz y cuerpo?
¿Cómo resignificar la sicalíptica tonalidad que justifique la mezcla descriptiva entre corporales carnalidades y de sonoro espíritu?
“Te vas porque yo quiero que te vayas /a la hora que yo quiera te detengo, / yo sé que mi cariño te hace falta / porque quieras o no / yo soy tu dueño…”
Morelia, México, 15 de noviembre de 2015: Susana Zabaleta ofreció un concierto gratuito en la Plaza Valladolid como parte de las actividades del 27 Festival de Música de Morelia (FMM). La originaria de Monclova, Coahuila, cantó y bromeó ante una plaza llena, no sin antes reprochar la falta de invitaciones a festivales previos. Crédito: Adid Jiménez/Cero:60. (Crédito obligatorio, sólo uso editorial)
Morelia, México, 15 de noviembre de 2015: Susana Zabaleta inició el concierto con la canción La tirana. Crédito: Adid Jiménez/Cero:60. (Crédito obligatorio, sólo uso editorial)
Morelia, México, 15 de noviembre de 2015: El concierto de Susana Zabaleta fue una de las actividades gratuitas ofrecidas dentro del Festival de Música de Morelia, que este año incluye por primera vez actividades relacionadas con las gastronomía. Crédito: Adid Jiménez/Cero:60. (Crédito obligatorio, sólo uso editorial)
Morelia, México, 15 de noviembre de 2015: Susana Zabaleta ofreció un concierto gratuito en la Plaza Valladolid como parte de las actividades del 27 Festival de Música de Morelia (FIMM). La coahuilense recibió muestras de cariño de parte de sus admiradores. Crédito: Adid Jiménez/Cero:60. (Crédito obligatorio, sólo uso editorial)
Morelia, México, 15 de noviembre de 2015: La sede del concierto fue la Plaza Valladolid, y aunque fue gratuito, algunos sitios fueron apartados para quienes pudieran pagar un boleto. Crédito: Adid Jiménez/Cero:60. (Crédito obligatorio, sólo uso editorial)
Morelia, México, 15 de noviembre de 2015: Susana Zabaleta ofreció un concierto gratuito en la Plaza Valladolid como parte de las actividades del 27 Festival de Música de Morelia (FIMM). La originaria de Monclova, Coahuila, cantó y bromeó ante una plaza llena, no sin antes reprochar la falta de invitaciones a festivales previos. Crédito: Adid Jiménez/Cero:60. (Crédito obligatorio, sólo uso editorial)
Morelia, México, 15 de noviembre de 2015: Zabaleta cantó varias baladas y boleros durante el concierto, al cual invitó al trío Los Panchos. Crédito: Adid Jiménez/Cero:60. (Crédito obligatorio, sólo uso editorial)
Morelia, México, 15 de noviembre de 2015: Zabaleta reclamó muy a su estilo la falta de invitaciones para participar en ediciones pasadas del Festival. «Luego no me invitan porque le miento la madre a alguien». Crédito: Adid Jiménez/Cero:60. (Crédito obligatorio, sólo uso editorial)
Morelia, México, 15 de noviembre de 2015: La originaria de Monclova, Coahuila, inició el recital a las 19:15 horas. Crédito: Adid Jiménez/Cero:60. (Crédito obligatorio, sólo uso editorial)
Y es que, si alguien como Susana Zabaleta cruza con vestido entallado los reflectores de un escenario nocturno, los chiflidos, los fiu fiu, serán apenas el comienzo del borbotón hormonal que dispersará la cantante desde su voz.
“Yo quiero que te vayas por el mundo / y quiero que conozcas mucha gente / yo quiero que te besen otros labios / para que me compares / hoy, como siempre…”
Noche de vodevil, de cabaret de calle en la Plaza Valladolid de Morelia, auspiciado por el Festival de Música, “Miguel Bernal Jiménez”.
Noche impúdica para los oídos castos que se asustan al escuchar tonalidades lúbricas en la letra de un bolero.
“Si encuentras un amor que te comprenda / y sientas que te quiera más que nadie / entonces yo daré la media vuelta / y me iré con el sol / cuando muera la tarde…
Noche de nostálgicos tejidos musicales, ya que la compañía fue nada menos que el renovado Trío de Los Panchos (ni los músicos son inmortales, aunque su música sí), cereza en el pastel o mejor dicho en el requinto que anuncia la serenata, el enamoramiento, el aplauso zumbante, los piropos.
“Te vas porque yo quiero que te vayas…”, finalizo Susana mientras en el cielo un cuarto menguante simuló al cautivado gato risón, relamiéndose los bigotes sin perder nota de aquella aterciopelada voz curvilínea.