El problema de tomar un Uber en Barranquilla

Por Adid Jiménez

Miguel, un chofer de Uber con un marcado acento bogotano, intenta explicarme las razones de sus compañeros conductores mientras poco a poco sale de un tranco (embotellamiento):
«Lo que pasa es que le deben mucha plata a Uber». Así es como Miguel inicia la plática y al mismo tiempo intenta explicar la razón por la cual muchos choferes al servicio de la aplicación cancelan los viajes. «Si usted les paga con tarjeta, pues Uber les descuenta la comisión de ahí, pero si les paga en efectivo, ellos se quedan con todo el dinero».
JUEGOS Y TRANSPORTE

Barranquilla fue sede de la edición 23 de los Juegos Centroamericanos y del Caribe desde el 19 de julio de este año y hasta el 3 de agosto. Por esta razón, miles de aficionados, periodistas, atletas, entrenadores, jueces y delegados acudieron a la ciudad colombiana. Cada uno debió resolver el modo de moverse a través de la ciudad y llegar a tiempo a las distintas sedes de las competencias.
Con 152 kilómetros cuadrados de territorio, la llamada Puerta de Oro de Colombia es la cuarta ciudad más poblada del país, con poco más de un millón 200 mil habitantes. Con estos números, era obvio que Uber la considerara como un buen territorio para establecer su negocio.
Sin embargo, los altos ejecutivos de la compañía tecnológica no contaban con el ingenio de los choferes barranquilleros: cierto que hay muchos inscritos, pero muchos de ellos aceptan los viajes solamente si el usuario lo paga en efectivo.
Aquí mandan los billetes, como lo comprobamos varios visitantes a la ciudad caribeña: en más de una ocasión ocurrió que los conductores cancelaron los viajes uno tras otro, así hasta llegar a la cifra récord de diez viajes cancelados, y todo porque como usuarios intentamos pagar con una tarjeta de crédito.
De acuerdo con lo dicho por Miguel (y comprobado con otros choferes), para los conductores es preferible tomar un viaje pagado en efectivo para evadir la comisión que Uber les cobra por usar su plataforma. Sin embargo, este esquema está lejos de ser el modo perfecto de obtener mayores ingresos, ya que la aplicación tiene registro de cada viaje hecho, así como la tarifa del mismo, por lo cual cada comisión no cobrada se convierte en automático en una deuda.

ASÍ FUNCIONA UBER

Ideada por Travis Kalanick y Garret Camp luego de no lograr obtener un taxi durante un viaje a París, Uber inició en San Francisco como uberCAB en el 2009. La novedad de la apliación radica en conseguir un viaje con sólo presionar un botón. Sería en 2011 cuando la aplicación se volvería global, al ofrecer sus servicios en la capital de Francia. Hasta 2014 la aplicación incia sus operaciones en Ciudad de México y de ahí su expansión hacia América Latina.
Trabajar con Uber parece sencillo: es necesario saber conducir, contar con un auto o manejar el coche de otro asociado, tomar un curso de capacitación y contar con la aplicación y acceso a internet. Si la empresa de San Francisco considera apto al aspirante, entonces se convierte en socio conductor de Uber.
Pero es necesario hacer una aclaración: los choferes no trabajan para Uber, simplemente utilizan la aplicación como un intermediario entre ellos y los usuarios que requieran el servicio. Es por esta razón que la empresa tecnológica cobra una comisión a los choferes.
Cobrar dicha comisión era fácil al principio, cuando la aplicación solamente permitía a los usuarios realizar sus pagos con tarjeta, pero todo cambió en el 2015, cuando en India se permitió el cobro en efectivo. Ahora, cada socio conductor debía depositar la comisión por cada viaje. Pero entonces aparecieron los conductores que no depositaban. Por supuesto, Uber no se queda de brazos cruzados cuando esto sucede.
En el caso de Barranquilla, que es el tema que nos interesa en este momento, cuando un condcutor acumula una deuda, Uber la descuenta apenas el chofer acepte un viaje pagado con tarjeta. Por eso es que muchos socios prefieren el pago en efectivo y cancelan de manera casi inmediata en cuanto toman un viaje pagado de otra manera.
Pero esta forma de trabajo no puede durar mucho: Uber sanciona a los conductores que cancelen de forma reiterada, y en caso de reincidir, el castigo puede llegar hasta la cancelación de la asociación y el chofer simplemente ya no puede usar la aplicación.
Esta forma de trabajo sorprende, por ejemplo, a los socios conductores de la Ciudad de México, quienes simplemente no conciben la posibilidad de cancelar un viaje y perder el dinero del mismo.
En el caso de Morelia, los choferes de Uber incluso evitan a los usuarios que pretenden pagar en efectivo, ya que este tipo de clientes suelen ser perfiles falsos creados por transportistas o inspectores de la Comisión Coordinadora del Transporte (Cocotra) para «cazarlos», multarlos y remitir el auto al corralón.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Último día en Barranquilla. Para llegar al aeropuerto es necesario recorrer casi toda la ciudad de lado a lado. Los taxis cobran muy caro y la experiencia indica que Uber no es buena opción. Con tiempo de anticipación conseguimos el número de un chofer confiable, uno que por módicos 25 mil pesos colombianos (160 pesos mexicanos) nos llevó hasta la puerta del aeródromo.

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