Por: Yaritza Villalobos Álvarez
Tarímbaro, Mich. – Osvaldo Cedeño Zacarías, comenzó su carrera artística en un salón de clases haciendo manualidades escolares cuando tenía seis años de edad, sin imaginarse que 12 después el arte se convertiría en uno de sus sustentos de vida. Actualmente, es un joven de 21 años de edad y es originario del municipio de Tarímbaro, Michoacán. Su amor por el arte nació cuando cursaba el primer grado de primaria. Inició dibujando la caricatura de Mickey Mouse, era una de sus favoritas.
De acuerdo con sus palabras, el valor de la humildad lo ha ayudado a crecer como ser humano y como profesional, debido a que desde que era un niño le ha gustado ayudar a los demás, ya sea con tareas, dinero, comida, ropa, entre otras cosas.
Su mayor inspiración de toda la vida siempre giró entorno a una sola persona, su padre.
“Mi papá me hacía dibujos, yo trataba de imitarlo. Comencé calcando sus caricaturas, pero él me decía que tenía que superarlo. Siempre fue mi mayor inspiración para convertirme en artista”, comentó Osvaldo Cedeño en entrevista para Agencia Informativa Cero:60.
Durante su época de secundaria dibujaba con mayor frecuencia, porque sus amigos le pedían que les hiciera una caricatura de Mickey con Minnie Mouse o corazones con letra estilo grafiti para regalárselos a sus respectivas novias. Cabe destacar, que en ese entonces no cobraba por su trabajo.
“Al principio regalaba todo lo que hacía, no tenía idea de cuánto valían mis dibujos. Antes veía al arte como un pasamiento”, señaló Osvaldo Cedeño.
En 2018, decidió que ya era tiempo de comenzar a ganar dinero por sus dibujos, gracias a que una chica lo contactó para que le hiciera un retrato de ella. Cabe mencionar, que nunca había hecho uno.
“Cuando me dijo que quería que la dibujara sí me saqué de onda, dije ´¡no manches!´, nunca lo había hecho, pero desde niño me han gustado los retos y le dije que me mandara la fotografía”, enfatizó Osvaldo.
Su primer retrato lo hizo mediante una aplicación en el celular, en la cual escaneaba la imagen para convertirla en un dibujo. El joven artista comentó que le tomó cerca de dos días trazar en papel la fotografía completa, además, aseguró que las líneas le quedaban chuecas y los ojos viscos. A pesar de no tener experiencia haciendo retratos no se dio por vencido, ya que su padre, el señor Osvaldo Cedeño Esquivias, lo motivaba diciéndole que era capaz de lograrlo, sus palabras tuvieron un impacto positivo en la vida de su hijo. Dos semanas después, el retrato de la chica quedó listo.
Osvaldo, ha utilizado las redes sociales como Facebook, Instagram y WhatsApp para difundir su trabajo. Cuando decidió publicar este primer retrato no se imaginaba el impacto que tendría entre sus seguidores y amigos.
“Bastó con que lo subiera a Facebook para que la gente me mandara mensaje y me pidiera una cotización para retratarlos”, argumentó Osvaldo.
Fue aquí, donde se dio cuenta que tenía talento para hacer este tipo de obras y que podía ganar dinero. La primera ganancia que obtuvo fue de $50 pesos. Hoy en día, Osvaldo recuerda estos momentos con alegría y satisfacción.
Sin embargo, no todo ha sido felicidad en su vida, debido a que el 17 de agosto del presente año, perdió a su mayor inspiración, a su padre, el señor Juan Osvaldo Cedeño Esquivias, mejor conocido como “El Zorro” en el municipio de Tarímbaro, este apodo se lo ganó por su astucia e inteligencia cuando fue director de Seguridad Pública en este lugar.
De su padre no sólo heredó su parentesco físico y el apodo, ya que ahora a él le apodan “El Zorro Jr”, sino que además su papá le transmitió la pasión por el arte. Osvaldo, relató que siempre tuvo una relación cercana con su progenitor, a quien él considera su héroe.
“Yo creo que mi papá comenzó a dibujar para hacernos sentir bien a nosotros, y por matar el tiempo de vez en cuando. Yo no sabía que él tenía esa cualidad, pero cuando crecí fui aprendiendo de él”, aseguró Osvaldo.
El señor Osvaldo Cedeño Esquivias, dibujó por aproximadamente 22 años.
El pasado 21 de noviembre, se inauguró la segunda galería de arte en Tarímbaro, Osvaldo exhibió sus obras junto a Natalia Valdivias, Jesús Antonio Lemus Pérez, Karen Macías, Alexandra Alvarado y Ulises Martínez. En dicho evento se expusieron 143 obras de arte, y los expositores decidieron rendirle un homenaje. Ante esto, le pregunté “si se te presentara la oportunidad de vender los dibujos de tu papá ¿los venderías?”, después de segundos me contestó:
“Es una pregunta bastante difícil de responder, pero la respuesta es un no, porque tienen un valor sentimental muy grande. La mayoría de las obras tienen un mensaje, en algunos sí se aprecian a simple vista, otros tienen mensajes ocultos o vienen acompañados de una carta. Son bastante valiosos para toda la familia. Ni todo el dinero del mundo podría comprar este valor sentimental” enfatizó Osvaldo Cedeño.
La mayoría de los dibujos que se expusieron de su padre, él se las envió desde la cárcel. El 02 de junio de 2011, fue detenido por elementos del Ejército Mexicano por posesión de armas de fuego y drogas. A pesar de estar lejos de su familia, les enviaba cartas con dibujos para navidad, sus cumpleaños y para San Valentín.
“Cada vez que recibía uno de sus dibujos me quedaba sin palabras, al leer sus cartas yo lo sentía cerca de mí y de alguna manera me hacía saber que él estaba bien”, platicó Osvaldo.
Durante su ausencia en casa, él decidió que quería mejorar sus dibujos para que su padre se sintiera orgulloso de él cuando obtuviera su libertad. Salió libre en mayo de 2015.
Tras la muerte de su padre, Osvaldo se convirtió en la cabeza principal de su familia, trabajando como taxista en el municipio, tal como lo hacía su papá. Además, ahora le dedica más tiempo y empeño a sus retratos, antes tardaba cerca de cinco horas para hacer uno, actualmente, realiza uno en 15 minutos o menos.
A pesar de las dificultades a las que se ha enfrentado, él seguirá luchando por sus sueños: ser licenciado en administración de empresas y tomar clases de arte para un día llegar a retratar a una persona en frente de él y no en una fotografía de celular, todo con un sólo objetivo, enorgullecer a su padre y al resto de su familia.
