Así se siente viajar en el Ecobus

Por Adid Jiménez
A las 7:25 de la tarde el Ecobus hace parada en el Libramiento norte, justo frente al Tecnológico de Morelia. Suben siete personas, la mayoría de ellos estudiantes, y a pesar de que el autobús lleva todos los asientos ocupados, los pasajeros recién subidos pueden viajar holgadamente.

Con bombo y platillo, el pasado 24 de agosto las autoridades reguladoras del transporte y el líder transportista José Trinidad Martínez Pasalagua dieron el banderazo de salida de las primeras tres unidades de Ecobus, las cuales tienen como ruta el Libramiento de Morelia, quizá la única avenida de la ciudad donde este tipo de autobuses tiene cabida.

Se dijo en ese momento que la inversión fue de nueve millones de pesos, y que estas tres primeras unidades son la punta de lanza en la renovación del parque vehicular de la conocida Ruta 1. En total, serán 40 autobuses que se incorporarán con el paso de los días. La característica que más resaltaron durante la presentación de los vehículos fue el uso del gas natural como combustible, de ahí que se les llamara Ecobus.

Por dentro, el Ecobus es bastante amplio. En total cuenta con 41 asientos, además de espacio para sillas de ruedas y pasillos amplios. Es decir, cada unidad tiene capacidad para poco más de 60 pasajeros, el doble de un microbús convencional. A eso hay que sumar lo sencillo que resulta abordar, debido a que el acceso a las unidades es por una rampa y no con escalones, a diferencia de otro tipo de camiones.

En un boletín reproducido por múltiples medios y páginas de internet, lo que más resalta de estas unidades es el uso de gas natural como combustible, el cual se supone protege el medio ambiente por su baja emisión de contaminantes, además de ser más barato que el tradicional diesel. No es la única innovación en el servicio: los autobuses cuentan con cámara de seguridad a bordo.

Si bien el viaje resulta más cómodo por la baja velocidad del vehículo y el amplio espacio interior, el Ecobus no está exento de algunos vicios ya conocidos en el transporte público tradicional, como el no respetar las paradas establecidas, porque los pasajeros suben y bajan en donde les resulte más cómodo.

A eso hay que sumar que en más de una ocasión avanzó con las puertas abiertas, además de que la unidad en cuestión, la 39 según el boleto entregado por el chofer, hizo una parada extremadamente larga en el cruce del Libramiento y Madero Oriente, conocida como la Salida a Quiroga.

Luego de una pausa bastante larga, el Ecobus semivacío continúa su trayecto por el circuito. Sin embargo, unos metros adelante hace otra parada junto a una gasolinera, en un sitio no autorizado. El chofer se levanta de su asiento y solicita amablemente a los ocho pasajeros restantes que se pasen a otro camión, uno convencional. La razón: le queda poco gas en el tanque.

Vuelta a la realidad: ahora cada bache hace saltar al microbús, que supera por mucho la velocidad permitida para el transporte público y que usa el carril central cuando está estipulado en el reglamento que no debe hacerlo. Y todo porque el Ecobus se quedó sin gas.

Por lo pronto, el Ecobus solamente recorre el Libramiento de Morelia. Crédito: Adid Jiménez/Cero:60.
A diferencia de servicios similares, como los de Guadalajara, Querétaro, León o Ciudad de México, en Morelia aún no se cuenta con las infraestructura necesaria para este tipo de transporte.Crédito: Adid Jiménez/Cero:60.

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