El koto, el shamishen, shakuhashi y el tambor taiko quizá sean nombres con poco significado para nosotros. Su sonido seguramente al escucharlo si resultará familiar. Son los instrumentos básicos en la producción musical japonesa. Aún con la premisa de haber escuchado algo similar, cercano u original del viejo oriente, no resulta del todo cotidiano o familiar al nuestro enajenado sentido musical.
El pasado sábado 11 de noviembre el público morelliano tuvo la inigualable oportunidad de conocer de cerca la producción musical tradicional de otro país representativo de esa región del mundo: Corea del Sur. Un pequeño país –muy cercano a Japòn- que vive y sufre entre un socialismo apabullante y un capitalismo voraz. Y dada esta circusntancia la oportunidad de ver y escuchar de primera mano una de las tradiciones culturales màs ancestrales e interesantes del mundo, no podía ser mas que imperdible.
Es el segundo dia de actividades del Festival Internacional de Musica de Morelia, con la presentación de Yi Ji-Young, una de las interpretes màs emblemàtcas del instrumento de cuerdas conocido como el Gayageum, una variación del koto (sòlo que este posee 13 cuerdas en lugar de las 12 del gayageum) Un sonido –en este caso- muy familiar para el público pues cuando se nos refiere a la música de esos países de inmediato viene a nuestra mente –por lo general- el sonido de estos instrumentos de cuerda.
El concierto tuvo lugar la tarde del sábado y el foro fue el patio central del Palacio Municipal que además ofrecio la ventaja a los asisntentes de disfrutar del espectáculo desde varios ángulos ya que el escenario estaba al centro del lugar, la cercanía con los interpretes era inmejorable.