LOS DÍAS FRANCOS, UNA HISTORIA DE CUANDO EL FRACASO ES EVIDENTE

Por Alejandro Vargas

Cuando escuchamos hablar acerca del cine mexicano, muchas veces lo primero en lo que pensamos es en las ya gastadas comedias románticas que abundan dentro de la cartelera cinematográfica nacional; no obstante, a lo largo y ancho del país, encontramos muchas otras propuestas interesantes que sin duda alguna, logran endulzar el paladar como un “aire fresco” en el séptimo arte, al menos en México.
Los días francos (2021), narra la historia de Amanda Suárez, una actriz fracasada de infomerciales, a la que la vida no la suelta más que para acarrearle problemas profesionales, pero, sobre todo, económicos. Ella es una madre soltera de Nicolas, un niño de 7 años, quien pasa por todas las de Caín, a raíz de las decisiones de que su madre emprende.

Cortesía: Facebook

En esta ópera prima del director mexicano, Pérez Mancilla, nos adentramos a un viaje poco explorado en México: el fracaso. Y es que, dentro de nuestra sociedad, ese término está a la orden del día en los consultorios psicológicos y en los libros de superación persona. El fracaso es algo que está muy marcado por la sociedad, es un termino que mucha gente se crea entre las expectativas al no encontrar trabajo si acabamos las carreras, si no nos va bien en un negocio o si nos botan de una chamba a la que creíamos era la indicada para nosotros.
Amanda Suárez es el claro ejemplo de una mujer que se muestra como conformista, que está acostumbrada a ser un “parásito” de la sociedad, de deber dinero, de no buscar más allá de lo que considera su sueño, para poder ayudar a su hijo, incluso, no importando pasar por encima de él y salud mental e integral, para lograr su cometido.
A lo largo del desenvolvimiento de la cinta, vemos una fuerte realidad a la que viven muchas personas por la falta de oportunidad de trabajos, aunque eso no significa, que mientras se consiga ese sueño, se deba de quedar en el conformismo y no hacer nada por sobresalir adelante y resarcir un poco la vida que se va viviendo.
Esta película sin duda alguna logra dar un potente mensaje, que quizás, al final se sienta un poco plano y repetitivo, pero que funciona para poder dar la fuerza que la historia necesita… la fotografía es hermosa, los escenarios locales de la Ciudad de México se sienten con mucha naturalidad a pesar de que los realizadores hagan cambios para la fotografía, las actuaciones son esplendidas, sobre todo, el peso que recae en la protagonista, quien le da vida la actriz y cantante Stephanie Salas, cuya cinta es su primer protagónico en su carrera actoral.
El filme también cuenta con las actuaciones de Alberto Santiago en el papel de Nicolás Suárez que a pesar de su corta edad, es un ejemplo de la buena dirección actoral que el director imprime, Arturo de la Rosa, Patricia Madrid, etc.

Cortesía: Imcine

Como ya mencioné en párrafos anteriores, la película está dirigida por Ulises Pérez Mancilla, quien ya ha trabajado para otros proyectos fílmicos, tales como Yo soy la felicidad de este mundo en el que fue guionista o el cortometraje, O ser un elefante.
Cabe destacar, que la película se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Guanajuato Giff el pasado septiembre en la ciudad de Irapuato, Guanajuato y se hizo acreedor al premio otorgado por la prensa.

Cortesía: Newlsine Report

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