Convertir un accidente en una oportunidad; la historia de Edel Ulloa

Por: Ulises Bejinez

Con un carisma y un sentido del sarcasmo sobre sí mismo; Edel Ulloa Mondragón se enfrenta al mundo sin tapujos, con esmero, aceptándose, dicho con sus palabras: “con lo que soy, con lo que tengo… y lo que me quedó”, aunado a una amplia sonrisa algunas veces escondida, pero que sin embargo deja ver una radiante luz ‘como estrellas a través de la techumbre’ 

A una edad temprana, Edel sufrió una accidente que forzó un cambio de todas las perspectivas, que hasta el momento, podía tener tanto de la vida como de sí mismo.

Mientras se llevaba a cabo un juego familiar con un tío, un primo y un hermano, Edel tuvo la poca fortuna de encontrarse en su camino con unos cables de alta tensión, lo que le causó quemaduras profundas en una amplia cantidad del cuerpo, como en las piernas; las cuales se infectaron al grado de provocar una gangrena y el principal motivo para amputarlas.

Todo accidente por menor que sea produce un cambio radical en la forma de pensar de toda persona, sobre todo en un niño de apenas 13 años, edad que tenía Edel cuando sufrió la amputación de su pierna.

“Es un reajuste, una modificación y sobre todo un aprendizaje. Se cambia completamente y no solo en ti, los que te rodean; en ellos también se presentan cambios.  Por supuesto, también se encuentran los cambios interiores llega un momento en el que te das cuenta lo qué pasó, cómo pasó, y las consecuencias de ello. Pero lo más importante, es llegar a la etapa de aceptación y convertirse en una persona resiliente, que aprende de la nueva condición, para así mismo poder hacer frente”, platica. 

Edel confirma que no hay un tiempo definido para dar por terminada una etapa, las cosas simplemente suceden cuando estas listo y muchas veces sin que si quiera te des cuenta.

 

“No hay un tiempo específico para afrontar las cosas, psicológicamente se cree que un duelo es sano hasta los seis meses, después de este tiempo se considera patológico. Claro, esto depende de la persona, de su capacidad de afrontar y resolver problemas, redes de apoyo, etc», dijo.

Este proceso, abunda Edel, fue más complicado en la adolescencia.

«No te puedo especificar el tiempo que me llevó para llegar a la etapa de aceptación, porque implicaron muchos factores. Uno de ellos fue la adolescencia; solo te puedo decir que fue un tiempo duro, difícil, con altas y bajas. Momentos de depresión y desesperación. Pero también un tiempo de ajuste a la nueva condición,  a los roles modificados en casa. Momentos en los que los lazos familiares y sociales, como los amigos, se fortalecen y te alientan para salir adelante, aceptar la ‘discapacidad’, que dentro de la misma se encuentra la ‘capacidad’”, menciona. 

Salir adelante se convirtió en una decisión consciente a esa edad; no por demostrar nada a nadie; sino porque es parte de la naturaleza de los seres humanos, el sobreponerse a las adversidades, hacerles frente a los retos que te presenta la vida tengas o no tengas una «discapacidad”

Para Edel es muy claro que…»superar es olvidar». 

«Por lo tanto, si ocurre un sonido, un inapropiado comentario o un olor tiene tan poco deshonor como para cruzarte por enfrente y recordártelo, si no lo tienes trabajado te volverá a doler. Lo ideal es aceptarlo. Aceptar es admitir qué hay altas y bajas, así si un día te preguntan sin problema alguno lo respondes sin que duela, sin que te enojes con las personas, etc.”, recalca el joven

 

 

Luego de superar todos los obstáculos y aprende «a no lamentarte por lo ocurrido”;  Edel ahora es licenciado en psicología por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, además imparte clases de psicología, así como de rehabilitación a nivel licenciatura y doctorado; también ha viajado a países como Canadá y Estados Unidos para continuar con sus estudios de inglés.

Pero Edel Ulloa comparte su experiencia y se ha convertido en un ejemplo, ya que se ha convertido en un destacado conferencista a nivel nacional, enfrentándose de pie y de frente a más de 2,000 personas, para lograr así cumplir otro de sus retos personales. 

“La decisión del porqué dar charlas motivacionales surge de la inspiración de grandes oradores y querer ser uno de ellos. Un orador que moviera masas, corazones…. también sucedió por iniciativa, en mi primer trabajo donde realice mi servicio social. Después de esto, lo traslado a lo profesional y lo integré con favor de mi licenciatura;  en el que trate temas de Cultura de Discapacidad, Cultura de Seguridad, Prevención de Accidentes, Motivación, Liderazgo y trabajo en equipo”.

Ha sido junto a compañeros de la universidad, fundador de una organización llamada Inclu-ser, que surgió ante la necesidad de hablar de discapacidad en la sociedad de manera objetiva y que ha impactado de manera increíble en todos sus integrantes.

“Crecimos mucho en estructura organizacional y capacitación. Nuestro objetivo social fue brindar información, desde la terminología, el protocolo y las leyes; de manera objetiva acerca de las personas con discapacidad”, explicó. 

Edel se muestra con ilusión ante la posible aprobación de una donataria, con la cual se podría tener un mayor alcance para las personas de este sector.  “Por supuesto será una asociación completamente gratuita, que estará ubicada en la ciudad de morelia y tendrá una amplia validación en todo el país”.

Cuenta que los últimos tres años ha estado viviendo en México, Canadá y actualmente EE.UU. lo cual le ha generado un prolifero aprendizaje en tema de discapacidad para comprender cómo es abordada y tratada en otros países.  Percibir los beneficios, pros y contras. Y lo más triste las limitaciones respecto al sistema y la percepción social en cada una de estas sociedades.

Esta experiencia le ha fortalecido como persona y cómo asociación civil, para hacer un trabajo más humano y con mucho más tacto ante el tema de discapacidad; empatía.

Sin pensar mucho en lo que podría ocurrir, Edel inicio a practicar deporte por hobby y como una distracción, parte fundamental para la salud, rehabilitación física y psicológica.

“Inicialmente empecé practicando natación, incursioné en carreras atléticas que se celebraban en Morelia, participe en muchas de ellas de manera amateur. El significado cambio con el tiempo, convirtiéndose en un estilo de vida, en una familia de personas con discapacidad y con diferentes historias de vida cruzadas por un motivo: el deporte”.

“Realmente el deporte y la convivencia con personas que viven una discapacidad fue una actividad de suma importancia. Me ayudo a entender, comprender y hasta poder bromear utilizando el humor negro desde una perspectiva diferente de entender el tema a cómo las personas sin discapacidad perciben éste. 

Actualmente, Edel Ulloa vive en USA practica basquetbol, tenis en silla de ruedas y ha iniciado en un nuevo deporte llamado Lacrosse (es un juego rápido entre dos equipos de diez jugadores cada uno usa un palo con una red en la parte superior para pasar y recibir una pelota de goma con el objetivo de meter goles embocando la pelota en la red del equipo contrario), pero debido a la contingencia se ha detenido. Aquí en Estados Unidos se practican varios deportes, pero por temporada. Por lo tanto, la intención es seguir practicando deporte e incursionarme en varios deportes como experiencia de vida. Aunque tengo mi deporte favorito (basquetbol y tenis) tratare nuevos para un día poder llegar a una competencia olímpica, y claro ahora disfruto mucho más el hacer ejercicio sobre la silla de ruedas”. 

¡La libertad de movilidad que se siente sobre ella es increíble!

Esto no es lo último que hare, menciona. 

“Lo que tengo o hasta donde he llegado, mis premios, mis reconocimientos, se debe a mi esfuerzo, dedicación y perseverancia por ser mejor cada día. Pero donde estoy aún no es donde quiero llegar a estar. Aun me falta mucho recorrido para aprender y enseñar, y así, dejar huella. Y ojalá un día personas se sientan inspiradas por mi a seguir adelante por sobre todas las adversidades”.  

“El único sueño que siempre ha estado en mi mente. Que se renueva cada año en cada cumpleaños, que se reinicia con cada sonrisa que inspiras al otro y que cada día al despertar es lo primero que llega a la mente es: ser Feliz. Y lo soy con lo que tengo y con lo que he logrado. Por eso toda mi historia de vida, todas mis actividades, mis conferencias, mis deportes, el arriesgarme y vivir en países diferentes. El cada día con altas y bajas. Teniendo de todo a tu al rededor que te ayuda a crecer, aprender, compartir y disfrutar. Todo lo demás llega por ‘default’ cuando estás disfrutando lo que estás haciendo. Porque la discapacidad no te da más o menos. No te habré o cierra puertas. Eso depende de tu personalidad, de tus metas e ideales, de tus aspiraciones y de lo que sacrificas para tener o llegar a cierto lugar. Lo que tengo o lo que soy no es por mi discapacidad, es por mi capacidad”.

 

«¡Y por supuesto hay muchos planes y proyectos, metas e ideales que siempre están presente!», aseguró Edel.

 

 

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