Reseña escrita por: Ángel Almada Garmendia
«Un verdadero artista no es alguien inspirado, sino uno que inspira a otros» -Salvador Dalí.
El documental, como género audiovisual, tiene el poder de relatar una historia a través de las experiencias de una o varias personas. En este particular caso, el director español Javier Espada se encargó, en los más complicados tiempos de pandemia, de rescatar lo más importante de la vida y obra del más grande cineasta del surrealismo: Luis Buñuel.
Espada imprime un estilo narrativo que engloba los primeros años de Buñuel con su familia, así como las vivencias del mismo en el territorio más personal del artista, lo cual influye en el futuro creativo de Buñuel.
De acuerdo con el propio director, una de las cosas más difíciles de realizar era que, a través de sus películas, se encontraran similitudes visuales y narrativas que hicieran énfasis en lo que Buñuel pensaba de la vida misma.
Luis Buñuel, en su apogeo cinematográfico, tenía como objetivo principal desafiar al orden establecido en el mundo, quería simplemente que el público supiera que la vida no es tan lineal ni recta, que no hay villanos del todo malos ni protagonistas del todo buenos.
En sus películas, Buñuel expresaba los más altos sentimientos humanos, con símbolos que, a casi 100 años del estreno de su primera película (El Perro Andaluz, 1929), siguen resonando en la consciencia del público.
Buñuel: un cineasta surrealista es un acercamiento profundo a la vida y obra de Luis Buñuel, así como a sus más férreas ideas de la vida y los pensamientos humanos en su máxima expresión, una expresión surrealista, para las nuevas generaciones.
